domingo, 29 de mayo de 2011

110529 La misión de los hermanos mayores.

A falta de adultos, eres el adulto;




Me recomendaron esta película hace más o menos cuatro años, pero nunca la vi. Mi padre llegó con ella hace casi un mes & ayer, al volver a casa luego de estar con una amiga, dije 'Ya. La veré'. Es una película muy fuerte. Les dejo el argumento, tomado de Wikipedia.

En el verano de 1945. La aviación estadounidense somete las ciudades japonesas a continuos ataques aéreos. En uno de los bombardeos, la ciudad de Kōbe se convierte en un infierno humeante para Seita, de 14 años, y su hermana pequeña Setsuko, de 5 años, que son hijos de un oficial de la marina japonesa. Durante la Segunda Guerra Mundial, ambos viven con su madre, pero un día, tras un bombardeo, ellos se retrasan y no consiguen llegar al búnker donde ella los espera. Después del bombardeo los dos hermanos buscan a su madre, y Seita la encuentra muy malherida en la escuela que ha sido convertida en un hospital de urgencia. Poco después la madre muere y, los dos hermanos deciden alojarse en casa de sus tíos quienes no los reciben con agrado, y su indiferencia inicial pronto deja paso a un desprecio cada vez más evidente. Así que los dos hermanos terminan por irse a vivir por su cuenta a un refugio antiaéreo abandonado. Pero aunque allí pueden vivir con mayor desahogo y sin suponer un estorbo para nadie, las cosas no les van mejor; la comida escasea, no pueden esperar ningún tipo de ayuda, y lo que es peor, los estragos de la desnutrición cada vez son más visibles en la pequeña Setsuko.

Es dura, sí, pero le recomendaría a los que tienen hermanos pequeños, que la vean. Es una lección. Yo tengo un hermano de 5 años, justo como Setsuko, a quien amo, pero con el cual a veces peleo o me enojo por cosas pequeñas. Detenerse a pensar que si algún día los padres mueren, seremos los hermanos mayores quienes tengamos que cuidar de esos niños, es algo que amerita una reflexión profunda. Yo quisiera cuidar de mi hermano con mi vida, justo como Seita lo hizo. Cuidarle hasta que ya no se pueda más.

Me dormí llorando, porque... me llegó al alma.

Bueno. Eso. Quería compartir esa experiencia con el mundo... o quizás simplemente desahogarme.

Hoy será la primera vez que no ponga canción. ¿O la segunda? Bah. No importa.
Bye.

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